Fraser Island (II de II)

Tras recorrer largos caminos infernales (circular por el interior es una odisea), llegamos al paraíso. Habíamos oido que el lago McKenzie tiene toda la fama, pero luego hay otros que están igual de bien, son iguales, etc... Para gustos colores, yo me quedo con el McKenzie :). Al verlo, lo primero que me vino a la cabeza son imágenes del caribe, de islas muy cuidadas, aguas cristalinas...las típicas fotos que salen en la portada de las agencias de viaje.

Quizás la diferencia sea que en la mayoría de este tipo de paisajes, se produce una afluencia masiva de gente. Fraser tiene unos 360 habitantes (censo de 2006), y se nota. Esta foto (pese a estar tomada cuando nos íbamos) fue  mi primera imagen del lago McKenzie:


Entrada al lago McKenzie

Una vez cruzado el camino, la visión se hizo más clara :):


Lago McKenzie

La situación volvía a ser rara, por un lado la sensación de estar en una playa de arena blanquecina y muy cuidada. Por otro, tener toda la vegetación rodeando, agua dulce, y muy poquita gente...estábamos todos boquiabiertos.



Sorprende tener tanto espacio, acostumbrado a España...


Me encanta el contraste de colores

Otra cosa que me gusta del lago es que hay un buen trozo durante el cual se hace pie perfectamente, lo cual te permite adentrarte con bastante facilidad, sin tener que estar "manteniéndote a flote".
No deja de sorprenderme, pese a que no haya una afluencia masiva de turistas, que esté tan limpio y cuidado. Será la mala costumbre de ver muchas playas del sur de España echadas a perder, llenas de colillas, basuras y demás. El agua era tan cristalina que ¡daba la impresión de estar en una piscina!


 
Agua cristalina

También me sorprendió la arena, cuyo tacto era bastante particular, y cuyo color ayuda a crear esta imagen de paraíso que constituye para mí el lago McKenzie. Puede que me deje llevar, y magnifique cada detalle por insignificante que fuera, pero aún tengo en mi mente la emoción que supuso estar en ese lago:



¡Hasta la arena me encantaba!

Y como todo lo bueno acaba tarde o temprano, y además teníamos mucho por ver y poco tiempo, llegó el momento de partir. Giré la cabeza echando un último vistazo, pensando que quizás en unos años vuelva a nadar entre sus aguas.

Pusimos rumbo a Indian Head, punto elevado sobre el mar desde donde se pueden apreciar en ocasiones algunos animales acuáticos como tiburones, tortugas, rayas... Y es que otra de las cosas que no he comentado es que no está nada recomendado bañarse en el mar en Fraser Island por la presencia sobre todo de tiburones y medusas (suerte que están los lagos).

Por el camino, hicimos una mini parada en la desembocadura de Elli Creek, que es un arroyo donde se vierte una cantidad de agua al mar, y es uno de los sitios a tener en cuenta al pasar con el coche:


Paso por desembocadura de Elli Creek



Vista desde Indian Head

Como suele ocurrir en Australia, no faltan los letreros prohibitivos; que dicho sea de paso, forman una mala combinación con los españoles, que hacemos lo que nos viene en gana.




 
Desafiando el peligro. Me encanta esta foto :)

Nuestro siguiente destino, fue las "Champagne Pools", cuyo nombre tiene muy poco sentido pero suena chulo, así que será un reclamo. Son un par de estanques del agua que viene del mar.



Sumidero, zona Champagne Pools

Según llegaba la noche, pusimos rumbo a Cathedral Beach de nuevo. Un elemento que no he comentado hasta ahora son los dingos, que vienen a ser perros salvajes, bastante comunes en la isla. Aunque sólo vimos uno el primer día que llegamos, y oimos uno la segunda noche cerca de la cabaña(lo cual cuando llevas en el grupo a alguien con fobia a los perros es más divertido :D).


Dingo

Otros animales que encontramos cerca de la cabaña fueron un gran lagarto (no me acuerdo del nombre y estoy vago para buscarlo), una pitón y una kokaburra.



Lagartijita


Pitón

Kokaburra

A la mañana siguiente visitamos el lago Birrabeen, donde aprovechamos para nadar un poco:




Lago Birrabeen

Finalmente, y a contrarreloj, pasamos por el lago Boomanjing



Aguas rojizas del lago Boomanjing

Finalmente, rumbo a la playa, y sin ningún desastre con el coche a nuestras espaldas, ocurrió un contratiempo: a 50 metros de la playa, nuestro coche quedó atrapado en la arena, sin ningún coche a la vista para ayudarnos. Algunos fueron a un pueblo cercano a buscar ayuda, y otros a la playa. Intentamos desatrancar el coche, empujar, poner piezas de madera debajo...sin resultado.

¡Atrapados!


A los 40 minutos, el grupo de la playa encontró ayuda.El coche empezó el rescate, uniendo varias cuerdas ya que no se atrevía a acercarse más por si se quedaba atrapado también.


 
Operación rescate

Finalmente salimos del bache, e iniciamos una carrera contrarreloj para llegar a tiempo al vuelo. Eso pasó por una limpieza del coche en paralelo entre 7 personas que hubiera sido digna de un reportaje fotográfico, lástima que no tuviéramos tiempo para ponernos a hacer fotografías :).

Al final cogimos el vuelo a tiempo, y Gonzalo consiguió pasar una sandía como equipaje de mano, ante la mirada atónita de la mujer que controlaba por rayos X el equipaje.

Fue un gran viaje, que recomiendo a todo aquel que pasé por Australia :)



Bye Bye, Fraser!









Fraser Island (I de II)


Érase la isla de arena más grande del mundo.
Érase una isla mágica, magnífica,espectacular.
Érase 7 jóvenes viajeros en un avión hacia Brisbane.
Érase una aventura que estaba por comenzar....

La isla de Fraser (cuyo nombre viene de los Fraser, un matrimonio que naufragó cerca de la isla) está situada en el estado de Queensland, a unos 300Km de Brisbane, y tiene unas dimensiones de unos 123x25km:


Fuente: en.wikipedia.org

Tiene la segunda mayor concentración de lagos de Australia (después de Tasmania), y su nombre original "K'gari" significa paraíso (creo que cuando veáis algunas fotos estaréis de acuerdo :) ).

Aprovechando un lunes festivo, y tras recomendaciones por parte de varios conocidos, decidimos embarcarnos a principios de Diciembre en una expedición a la isla. Llevábamos un poco el miedo en el cuerpo, habíamos escuchado algunas historias sobre turistas muertos por descuidos (serpientes, arañas, y hasta un coche pasando por encima por acampar en mitad de un camino), sobre los problemas de la marea (hay que planificar cada día en función de la marea, cuando la mareat está alta no se puede atravesar gran parte de la isla), sobre coches estancados en la arena y teniendo que llamar al "servicio técnico" (conducir en la arena es problemático), o sobre atracos a mano armada por no devolver el coche en perfectas condiciones.

Nos pusimos rumbo a Brisbane, donde alquilamos un 4x4 (requisito indispensable para Fraser). Estuvieron más de una hora dándonos una charla sobre el coche, precauciones, "qué hacer si...", sitios "prohibidos" con el coche en Fraser, y mil historias más (nos dijo incluso que su mejor amigo murió debido a la cuerda que se usa para remolcar los 4x4). Acto seguido tocó sesión de supermercado (Fraser Island no es especialmente conocido por sus centros comerciales), y rumbo hacia Rainbow Beach, uno de los dos puntos de acceso a la isla.

Por el camino, observando el letrero trasero de un coche, no pudimos evitar una carcajada generalizada:



No se andan con tonterías, no...

Llegamos a Rainbow Beach, donde habíamos reservado un Ferry, necesario para cruzar con el coche un trayecto de mar de unos 10 minutos:


Nuestro precioso 4x4 subido en el Ferry

Por fin, desembarcamos en la isla, estábamos todos bastante emocionados, el paisaje era bastante bonito y el tiempo acompañaba (para algo llaman a Queensland el "Sunshine State"!). Tras un camino inicial pedregoso (por evitar una de las zonas prohibidas para nuestro 4x4), nos incorporamos a la playa, y fuimos bordeando la isla con el 4x4 contemplando el mar a un lado.

Nuestra primera parada fueron los restos del SS Mahemo, un barco que naufragó a causa de un ciclón y acabó llegando a la costa de Fraser. Posteriormente, fue usado como conejillo de indias para prácticas de lanzamiento de bombas (suena a broma). Hoy en día sus restos (muuuy oxidados, si te cortas con ellos mal invento...) siguen descansando en la orilla de Fraser:




Restos del SS Mahemo


Proseguimos nuestro viaje con dirección Cathedral Beach, para intentar llegar antes de que anocheciera. Se trata de un lugar donde se puede acampar (hay que pagar unas tasas por acampar), y disponer de electricidad, baños, una cocina común... Nosotros optamos por alquilar dos cabañas de 4, y creo que fue una decisión muy acertada; es relativamente barato, terminamos pagando unos 25AUD por noche (unos 14€), y teníamos una cabaña con un ventilador, microondas, nevera...además de una barbacoa propia (se comparte una barbacoa por cada dos cabañas), y unos baños comunes. La verdad es que me esperaba algo mucho peor, fue una sorpresa agradable:

 
            
  Exterior de nuestra cabaña



Zona de Barbacoa

Por cierto, como anécdota, usamos aceite en spray, pero a la vez compramos repelente para mosquitos en spray también; eso implicó activar un sexto sentido para no confundir los botes, un error hubiera tenido consecuencias bastante feas :D


Aceite vs Repelente. No usar en caso de embriaguez.

En la zona de barbacoa teníamos una invitada estrella. Una arañita, seguramente inofensiva, pero después de oir tantas historias cualquiera se fía ;). Y es que el aspecto no es particularmente tranquilizador, al menos para profanos en la materia...



Arañita maja


Tras una barbacoa y una noche de risas (malditos juegos de memoria), terminamos acostándonos no demasiado tarde ya que al día siguiente tocaba madrugar para aprovechar las horas de sol (y la marea baja).

Por primera vez, nos internamos por caminos interiores de arena, lo cual es bastante curioso. El hecho de ver el suelo arenoso, mezclado con la vegetación rodeándole es cuanto menos llamativo. Aparte del hecho de ir a unos 10Km/h, con lo cual las distancias, aunque pequeñas, se hacen bastante largas. Y, bueno, eso sin contar el hecho de ir dando botes todo el camino en el asiento :).


Camino interior

Finalmente, llegamos a nuestro primer destino: El lago Wabby. Desde donde se aparca el coche, hasta el lago en sí hay un buen paseo que, bajo un sol potente, se hace algo largo. Pero es que el simple hecho de saber lo que te aguarda abajo, hace que ni siquiera importe. Y es que desde arriba tienes un pequeño anticipo de lo que te espera...



Vista del Lago Wabby

La verdad es que la composición es cuanto menos curiosa: el hecho de tener arena y agua, que hace pensar en una playa, pero con toda esa vegetación rodeándolo...lo encuentro genial como paisaje.
Una vez abajo, caminamos por las largas dunas en dirección al lago.

Dunas, dirección al lago

Mirando sólo en alguna dirección, daría la impresión de estar en un desierto en medio de la nada:


Arena, y más arena!

El lago en sí se encuentra tras una gran pendiente de arena, lo que daba mucho juego, sobre todo para hacer el cafre corriendo desde arriba y tirándose al lago (intentando no quedarse por el camino). También estaba la variante de la "croqueta", o tirarse rodando hasta llegar al lago cubierto de arena.



Pendiente de acceso al lago Wabby


Lago Wabby

Tras disfrutar como enanos en el lago, decidimos partir para nuestro destino, aquel del que tanto habíamos oído hablar. Y desde luego, no sin motivo... el lago McKenzie nos aguardaba, majestuoso y cristalino, ofreciéndonos uno de los paisajes más paradisíacos que he contemplado en mucho, mucho tiempo.

Continuará......